Salida:
- Viernes 28 de Agosto
Desde el aeropuerto de Madrid con destino a Palma de Mallorca.
Regreso:
- Viernes 4 de Septiembre
Con llegada a Madrid desde Palma de Mallorca.
Lugares de interés:
La Ciutat, como la llaman los mallorquines, se presenta impresionante desde que uno se
acerca al puerto. Adornada de yates, palmeras y la Catedral al fondo, brinda una visión
mágica, aún más impresionante si cabe a primeras horas de la mañana. En Palma viven
prácticamente la mitad de los pobladores de la isla. La ciudad se extiende como una franja de 15 Km. paralela al mar. Abarcandola con la mirada veremos la encantadora sucesión de tejados salpicados de monumentos donde la historia y la modernidad se unen con el verde y el Mediterráneo en perfecta armonía. Aunque a primera vista dé la impresión de ser una ciudad mucho más pequeña, las posibilidades que Palma ofrece son la de una ciudad diez veces mayor. Muchos son los lugares de interés para visitar, enumeraremos los que uno no debiera perderse:
La Catedral
Llamada la Seo por los Mallorquines, es quizás el signo más distintivo de Palma. Construida entre los s.XIV y XIX tuvo el honor de contar para su reconstrucción con el talento creativo de Gaudí al que se le encargó el interior de la misma. El resultado es tan fascinante y original que no cabe fácil descripción. Destacan la Puerta del Mirador, que abre un muro de piedra en dirección al mar. Fue diseñada por el insigne arquitecto Guillén Sagrera, artífice también de la Lonja. En su interior destacan la Capilla Real, la Capilla de la Trinidad y el Museo Catedralicio, que alberga una gran cantidad de obras barrocas, entre otras.
La Almudaina
El Palacio Real, que fue construido sobre el desaparecido Alcázar musulmán y fue residencia de los primeros reyes mallorquines.
La Lonja
Es quizás uno de los más bellos ejemplares de gótico civil en la zona mediterránea. Hoy día alberga el Museo de Bellas Artes. Fue construido por Guillem Sagrera que lo dotó de un interior fantástico y una bellísima fachada.
Consulado del Mar
Situado muy cerca del anterior es hoy sede del gobierno autónomo balear. En su interior encierra una hermosa galería de estilo renacentista, del s. XVII.
Paseo del Borne
Centro neurálgico y corazón del casco antiguo, es una de las calles más animadas de la ciudad. A este paseo, tanto a la derecha como a la izquierda confluyen calles medievales adornadas de palacios y elegantes viviendas del siglo XIX. La gran cantidad de palacios de los s. XVII y XVIII que posee Palma es quizás uno de los aspectos más atractivos de su visita turística. En su nobleza y riqueza se aprecia la influencia italiana, importante característica de la ciudad de Palma.
El tramo entre la Catedral y la Plaza de Cort
Vuelve a ofrecernos bellísimos palacios como el de Colom, el de los Villalonga, Oleo, Truyols y el de Oleza También cerca de aquí encontraremos el Palacio Arzobispal, la Iglesia de San Francisco y los Baños Árabes, éstos últimos se pueden contar entre los escasos restos de lo que fue la ciudad en época de dominación musulmana.
En la Plaza de Cort
Encontramos el Ayuntamiento, con su bellísima fachada del s. XVII y su característico y original tejado. Muy cerca, merece la pena visitar la Iglesia de Santa Catalina, en estilo gótico.
El Puig de San Pere
Enclavado en el otro lado del Paseo del Borne, detrás de la Lonja, es otro barrio antiguo de la ciudad. En él destacan la Iglesia de Santa Cruz, edificada en el s. XIV sobre una cripta del s. XIII; la Casa Weyler, la Casa Belloto y el Palacio de Montenegro.
Por los alrededores de la Plaza Mayor
Se encuentran la Rambla y la Avenida de Jaime III, dos importantes calles comerciales muy concurridas. En esta zona destacan la Casa Berga, con su impresionante balcón barroco, hoy convertida en Tribunal Provincial, y la Calle del Sindicato, que en la antigüedad fue centro de los gremios.
El Castillo de Bellver
Puede considerarse el broche final de tan monumental ciudad. Está situado en la periferia del centro histórico. Fue construido por Peré Salvá sobre una colina, dominando una extraordinaria panorámica. Esta fortaleza defensiva presenta de forma incomparable una gran elegancia gótica en sus formas, cosa poco frecuente en una fortaleza defensiva, sin perder sin embargo la funcionalidad para la que fue construida. Su interior alberga un Museo con una valiosa colección de piezas clásicas.
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